La ONU ve extremadamente preocupante la reforma de la GN
Expertos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) expresaron este martes su profunda preocupación por la reforma que se espera aprobar esta semana en el Senado mexicano.
Esta reforma, propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador, busca trasladar el control de la Guardia Nacional al Ejército, a pesar de que originalmente se prometió que esta fuerza de seguridad mantendría un carácter civil.
Los especialistas de la ONU advirtieron que esta modificación constitucional podría aumentar el riesgo de violaciones a los derechos humanos en el país. Señalaron que las preocupaciones incluyen abusos graves como tortura, detenciones arbitrarias, desapariciones forzadas y ejecuciones extrajudiciales. "El potencial impacto de esta modificación en el aumento de las desapariciones forzadas y la impunidad es extremadamente preocupante", manifestaron.
La iniciativa de López Obrador, que ya fue aprobada por la Cámara de Diputados la semana pasada, busca que la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) administre la Guardia Nacional, un cuerpo de seguridad que cuenta con más de 130,000 elementos. Esta medida, según los expertos, asignaría funciones de seguridad pública de forma permanente a las Fuerzas Armadas, lo que representaría un cambio significativo en el enfoque de la seguridad en México.
La reforma también implica una modificación del artículo 129 de la Constitución, que actualmente limita las funciones militares en tiempos de paz. Los expertos señalaron que esta ampliación de las funciones de las Fuerzas Armadas podría llevar a un mayor involucramiento militar en la vida pública del país, más allá de las actividades estrictamente relacionadas con la disciplina militar.
Aunque López Obrador ha negado que esta reforma implique un aumento del militarismo o la represión, el pronunciamiento de la ONU subrayó que funcionarios de las Fuerzas Armadas han sido acusados anteriormente de violaciones a los derechos humanos. Esto genera una inquietud adicional sobre la capacidad del Ejército para manejar funciones de seguridad pública sin comprometer los derechos civiles.
La ONU también subrayó que la iniciativa contraviene recomendaciones previas de organismos de la ONU, que desde 1999 han señalado la necesidad de que las labores de seguridad pública sean llevadas a cabo por elementos civiles. Con esta reforma, se teme que México esté dando un paso atrás en su compromiso con los derechos humanos y la seguridad ciudadana.
Desde el inicio de su mandato, López Obrador ha incrementado el papel de las Fuerzas Armadas en diversas áreas, incluyendo la seguridad pública, la construcción de infraestructura y la administración de aduanas. Este enfoque ha generado un debate en torno a la militarización de la seguridad y el papel que deben desempeñar las fuerzas militares en la sociedad mexicana. La comunidad internacional estará atenta a los próximos pasos que tome el Senado respecto a esta reforma controversial.