La RIAMA requiere una reparación mayor

El bloque ambientalista de Salamanca se ha visto disminuido por enfermedad y muerte de varios de sus integrantes, la pandemia del Covid-19 también ha sido factor para que se vea detenida su intervención y a diferencia de tiempos pasados, los defensores del medio ambiente no han presentado denuncias por las afectaciones que se han registrado en el aire, el suelo y el agua de Salamanca. Fernando Baca Amador, trabajador jubilado de Petróleos Mexicanos, reconoció que la Refinería Ingeniero Antonio M. Amor requiere una reparación mayor para subsanar el deterioro que sufrió durante varios sexenios que estuvo en abandono, dijo que el actual Gobierno Federal ha empezado a con un proceso de reestructuración, sin embargo, el recurso resulta insuficiente para resarcir el daño que aqueja la empresa productiva del estado. El ambientalista dijo que las emanaciones de humo que se han generado a últimas fechas son descontroles que se pueden generar como parte del proceso de operación que hay dentro de una refinería y aunque sin lugar a dudas es contaminación, resaltó que en Salamanca hay más contaminación en la zona Tekchem y en el tiradero de residuos tóxicos del cerro de la Cruz.