El origen de la Rosca de Reyes se remonta a las saturnales romanas, que eran festejos dedicados al dios Saturno. Para dichas festividades se elaboraba un pan redondo con higos, dátiles y miel que era repartido entre todos.
En algunos lugares la Rosca de Reyes es considerada una representación de
la corona de Adviento.
México importó esta tradición de España en el sigo XVI y desde entonces con
la Rosca de Reyes festeja la visita que hicieron los Reyes Magos o Sabios de
Oriente al Niño Jesús.
En México se adoptó la costumbre de poner dentro de la rosca un muñeco que
representa al niño Jesús, esta costumbre surgió en alusión a que el niño Dios
tuvo que ser escondido para ser protegido de la matanza de menores que realizó
el Rey Herodes.
La tradición mexicana señala que quienes se sacan el niño en la Rosca están
comprometidos a poner los tamales el "Día de la Candelaria" que se celebra el 2 de febrero.
Una taza de chocolate caliente es la mejor forma de acompañar la Rosca de Reyes que se parte la noche del 6 de enero.