Sería triste que algunos funcionarios públicos estén valiéndose de sus cargos para "aliarse con el mal", cuando su deber es otro, ya que la autoridad debe ser la constructora de la paz y proteger a la ciudadanía.
Fue la opinión del obispo de la Diócesis de Irapuato, Enrique Díaz Díaz, ante los hechos que se presentaron en días pasados en el vecino municipio de Irapuato, donde dos luchadores quienes también trabajan para el gobierno municipal, fueron privados de la libertad y encontrados sin vida, luego de supuestos señalamientos sobre una posible vinculación en actividades ilícitas.
El prelado, señaló que de ser ciertas estas acusaciones, sería lamentable, aunque tampoco es justo dar ?verdades a medias? que no le constan a nadie.