¡Llegaron los vivos! Se escucha entre las tumbas

Al llegar al camposanto se percibe el olor típico del día de muertos, porque la muerte tiene olor, olor a cempasúchil, olor a rosas, olor a claveles... el panteón cobra vida, pues los vivos adornan el lugar donde yacen los restos de las personas que en vida les dieron alegría. Risas y amor.

Entre los pasillos del fúnebre panteón se escucha ¡Llegaron los vivos!. 

Este 01 de noviembre, Día de Todos Los Santos, desde temprana hora, los visitantes llegaron con escoba, agua y jabón, entre tumbas, coronas y ramos de flores, llanto de alegría y tristeza, los vivos recibieron a sus difuntos, con su comida favorita, globos y música.

Desde las seis de la mañana llegaron los vivos con la esperanza de que en algún momento se reencontrarán con sus familiares, pues la muerte no es el fin, sólo es el comienzo.

Mientras en cada una de las tumbas, se convierte en punto de convivencia familiar, emanan los recuerdos, sentimientos y porque n0, también los malos momentos, las malas rachas, las enfermedades.

En Día de muertos, sucede algo muy peculiar, algo mágico, la vida y la muerte conviven en armonía, entre las tumbas, se escucha ¡Llegaron los vivos!, son las voces de los que se adelantaron en el camino y que están entre nosotros, entre las tumbas sentados escuchándonos.