Pese a que el control y autorización para venta y almacenamiento depende directamente de la Secretaria de la Defensa Nacional, el estado de Guanajuato, enfrenta una severa crisis en cuanto al consumo y uso de la misma.
Desde que inició el año, la entidad ha registrado, mas de mil casos de personas que han sufrido quemaduras por el uso de explosivos, los cuales, equivalen a 07 pacientes atendidos diariamente por estas afectaciones. De acuerdo con datos de Boletín epidemiológico de la Secretaría de Salud Federa, tan sólo en la semana del 21 al 27 de mayo se contabilizaron 56 personas quemadas en la entidad, la cual ocupa la octava posición con mayor incidencia a nivel nacional.
Cifras a nivel nacional, ubican a Guanajuato, en el tercer lugar con mayor numero de incidencia desde el 2021, tan solo por debajo de Ciudad de México y Puebla los mayores productores, el problema que opera en Guanajuato, es que la mayoría de productores y fabricantes de estos artefactos, operan en la clandestinidad.
Pese a la peligrosidad que implica la manipulación de fuegos artificiales, erradicar su uso y consumo de un día para otro es un tema complicado ya que son más de 200 mil familias las que dependen de manera directa o indirecta de la pirotecnia, con una derrama económica de alrededor de 15 mil millones de pesos al año, derrama que aumenta sobre todo en días festivos, como navidad, año nuevo, fiestas patrias o celebraciones eclesiásticas, pero que a su vez, incrementan también el numero de accidentes y victimas.
Al respecto del ultimo hecho que se suscitó en salamanca el pasado 28 de mayo, que cobró la vida de un menor y que dejó a dos más con heridas de gravedad, el obispo Enrique Díaz, hizo un llamado a la población a empezar a dejar de consumir esta mercancía que por un rato de entretenimiento, puede terminar en tragedia.