La adicción al juego por apuestas, conocida como ludopatía, provoca graves daños no solo en quien la padece, sino también en su familia.
Se estima que el 4% de la población en México padece Ludopatía, esto se ve reflejado en una alteración progresiva del comportamiento por la que la persona siente una incontrolable necesidad de jugar y apostar.
Como cualquier otra adicción, los ludópatas muestran algunas señales como interés por apostar en cualquier actividad, sentimientos de culpa, ansiedad o depresión, mentir a familiares o personas cercanas sobre la magnitud de sus apuestas y robar o recurrir a fraude para conseguir dinero.
Según expertos el "juego" es una actividad normal e indispensable en el desarrollo humano pero, deja de ser sano cuando se pierde el control de la conducta en los juegos de apuesta; las consecuencias abarcan desde la salud, relaciones sociales y hasta problemas legales.
El psicólogo Manuel González Oscoy indicó que el ambiente de los casinos puede influir, ya que son lugares que tienden a presentarse agradables y atractivos, que saben usar muy bien los recursos de música e iluminación, así como ofrecer comida y bebida a un menor costo, con el fin de que el usuario siga apostando.
Quienes padecen ludopatía pueden volver a una vida sin apuestas, la primera opción es buscar ayuda de un profesional que determine la gravedad del problema de juego, la segunda es buscar ayuda en grupos de apoyo donde se pueda compartir experiencias.
Pero antes de cualquier cosa, es necesario reconocer que se tiene un problema.