El color y el aroma de las flores acompañan el día a día de Rufina Miranda, una mujer que se acerca a los 80 años y que desde su niñez ha estado rodeada de rosas, azucenas, alcatraces, orquídeas y girasoles. Inició ayudándole en el negocio a su mamá, pero desde hace 5 décadas se puso a trabajar por su cuenta y se convirtió en padre y madre para sus hijos.
El 10 de mayo, es un día de mucho trabajo para doña Rufina, con sus manos le da forma a los arreglos florales que reciben las mamás, para ella esta es la manera perfecta de festejar este día, haciendo lo que le gusta, lo que le apasiona, pero sobre todo, rodeada por sus hijos y nietos.
Doña Rufina o "Lucita" como casi toda la gente la conoce, es originaria del municipio de Celaya, pero desde los 7 años llegó a Salamanca y la adoptó como su casa.
Doña Rufina se siente afortunada por tener su trabajo, por estar en contacto con las flores, por tener salud, pero sobre todo se siente bendecida y tocada por la gracia de Dios, que le dio la dicha de ser madre de tres hijos.