Hoy la historia es diferente, hace un año, los trabajadores de estas tierras prácticamente regalaron todo el cempasúchil, la pandemia no permitió la apertura de panteones y en las escuelas no se realizaron altares de Día de muertos.
En este 2021, la historia cambio para Ubaldo y su trabajador Francisco, incluso hizo falta sembrar más cempasúchil en tierras de la comunidad de Godoy. Ubaldo llega a sembrar hasta 3 hectáreas, en condiciones normales, aunque este año solo sembró media hectárea derivado de la mala experiencia que dejó el 2020.
Las lluvias de semanas pasadas también causaron estragos, sin embargo, para un campesino experto como Ubaldo, la lluvia a la larga deja más beneficios.
Hoy estas tierras tienen ese olor y color tradicional a cempasúchil, la flor mítica que guía a las almas en su camino de regreso a la tierra.