En estas fechas de Semana santa miles de feligreses son observados caminado por la orilla de la carretera peregrinando descalzos con dirección al Santuario del señor del hospital, donde se alberga el Cristo Negro que es visitado con devoción, amor y fe.
La imagen más
antigua y emblemática en el municipio tiene 459 años de antigüedad, mide 1 metro con 80 centímetros y pesa 13 kilogramos, bajará
nuevamente de su nicho, a un costado del altar para recibir la visita de miles
de feligreses católicos, que con gran fervor acostumbran
hacer oración y besar los pies del Cristo en forma de veneración.
La fe mueve montañas y año con año el Santuario Diocesano del Señor del Hospital es testigo, desde aquel día en el que cuenta la leyenda que un martes Santo las campanas del templo tocaron solas, el Cristo que antes tenía la cabeza en agonía ahora la tenía caída, al igual que el hombro derecho, significando de que el Divino Señor quiso venir a morir a Salamanca, Guanajuato.