Trabajaba en la industria metal mecánica cuando un día sufrió un accidente y tuvo que pensionarse, pese a que hoy recibe una pequeña pensión, se levanta todos los días a trabajar y dar lo mejor para salir adelante. El trabajo es honrado pero también dignifica a la persona, hay que valorarse, dice Don Juan, quien hoy se dedica a la venta de Cacahuates tostados. Salir adelante no es una cuestión de posibilidades, es tener la fuerza para levantarse y voluntad para buscar una mejor vida, la vida podría estar llena de pretextos, pero para progresar hace falta quererse un poco y entrarle. Todos los días va al mercado, compra dos arpillas de cacahuates, saca el brasero, prende el comal y a tostar los cacahuates, no es mucho lo que sale pero alcanza para la comida de diario.