Además de harina, huevo, mantequilla, levadura, agua y azúcar, el Pan de Muerto tiene como ingredientes: tradición, historia e identidad de la cultura mexicana, esta singular pieza de pan tiene forma circular, está adornada con tiras y en el centro tiene una pequeña esfera, la forma simboliza el cráneo, las tiras figuran los huesos y la esfera central representa el corazón.
El Pan de
Muerto es un elemento esencial en las ofrendas a los Fieles Difuntos, su origen
se remonta a la época de los sacrificios humanos, pero a través de los siglos,
este característico postre se ha convertido en una tradición y ha hecho las
delicias de los mexicanos.
El Pan de Muerto
ha tenido variaciones en forma y sabor, en un inicio el saborizante original
era la flor de azahar, en los tiempos actuales se le da un toque con esencia de
naranja, con canela, vainilla o anís, quizá la receta se ha reinventado de
acuerdo a cada región, lo que no cambia es la tradición y el mito de ofrecer
esta pieza de pan a los difuntos que regresan a reencontrarse con sus familias
durante la celebración de Día de Muertos.