El pan de muerto es un pan dulce mexicano típico del Día de Muertos, contiene harina de trigo, leche, huevo, levadura, azúcar, sal, mantequilla y frecuentemente se aromatiza con un toque de anís, y naranja; es uno de los elementos tradicionales que se colocan en el altar de muertos, para honrar y recordar a los seres queridos que han fallecido.
Aunque el verdadero significado del pan de muerto puede ser incierto debido a las diversas teorías existentes en la tradición mexicana, hay quienes aseguran que este pan está hecho de la siguiente manera:
La forma circular representa el ciclo de la vida y la muerte, haciendo referencia a la celebración del 2 de noviembre y la llegada de los difuntos al mundo de los vivos.
Las peculiares formas que se encuentran en la parte superior del pan y que coloquialmente conocemos como ?huesitos? en realidad representan los cuatro puntos cardinales consagrados a los distintos dioses: Quetzalcóatl, Tláloc, Tútec y Tezcatlipoca.
Asimismo, hay muchas personas que aseguran que sí se trata de una representación de los huesos del difunto, mientras que otros más señalan que son las lágrimas de los que ya no están.
El característico sabor a azahar y naranja que tiene el pan de muerto representa la entrada al inframundo y también se asocia con el uso de la famosa flor de cempasúchil en el altar y el puente que conecta a los vivos con los muertos.