Como una amenaza latente, como una fiera que acecha a su víctima, así permanece el tiradero tóxico del cerro de La Cruz, una zona afectada por más de 40 mil toneladas de residuos contaminantes que depositó la empresa Químicos y Derivados de Salamanca (QUIDESA).
Dolor de cabeza, ardor de garganta, nariz y ojos, nauseas e incluso sangrado de boca y nariz, son las afectaciones a la salud que han aquejado los pobladores de San José Ulapa, comunidad que se encuentra adjunta a esta zona que es una de las más contaminadas del país.
Han transcurrido varias décadas desde que esta zona del cerro de La Cuz fue infectada con lodos tóxicos de QUIDESA y las autoridades parecen haber olvidado el riesgo que esto representa, pero los habitantes de la zona tienen muy presente en sus memorias todo lo que han padecido.