A pesar de que recientemente fue rehabilitado el camino que conduce a las comunidades de Uruétaro y 4 de Altamira, algunos tramos de la carpeta asfáltica representan peligro para los automovilistas, motociclistas y ciclistas que a diario transitan por esta zona.
El problema radica en los hundimientos que se han formado en las bocas de tormenta, la profundidad de dichos baches ocasiona afectaciones en llantas, rines y suspensión de los automóviles, pero el conflicto es aún más grave al poner en riesgo la integridad de las personas que se trasladan en motocicleta o en bicicleta.
En el trayecto que va de la Avenida Valle de Santiago a la comunidad de Uruétaro hay más de 6 bocas de tormenta y por lo menos en 3 de ellas se han formado hundimientos.
Cabe hacer mención que el reencarpetado del camino hacía Uruétaro fue una obra que abarcó más de 4 kilómetros y estuvo a cargo de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), se espera que esta instancia atienda la necesidad de reparar los desperfectos que se han formado en la carpeta asfáltica.