Ante los recientes ataques y multihomicidios, que se han vivido en Guanajuato y el país, el Obispo de la Diócesis de Irapuato, pidió un alto, un cese a la violencia que golpea a cada ser humano. Señaló que ha sido increíble el número de hechos violentos que se siguen presentando en todos los municipios.
El prelado, indicó que la paz no puede reducirse simplemente al equilibrio entre fuerza y miedo. Mantener a otra persona bajo amenazas es reducirlo a un estado de objeto y negarle dignidad, indicó.
Destacó que en su mente siempre están aquellas personas más vulnerables, aquellos que han experimentado la vinolencia, por lo cual pidió a cada uno de los ciudadanos ser artesanos de la paz.