La falta de movilidad y el excesivo incremento en el precio del combustible genera disminución en ingresos económicos para los prestadores del Servicio de Transporte Público Urbano y Suburbano, esta situación provoca que haya menos microbuses disponibles y que sea más espaciado el intervalo entre las unidades que dan cobertura a las diferentes rutas.
Roberto Calvillo Ramiro, comentó que el regreso a clases presenciales se reflejó un incrementó en la movilidad y en el número de usuarios que fue casi imperceptible, además de que un posible repunte económico se vio rebasado de forma inmediata por encarecimiento en el costo del combustible, citó como ejemplo que el gas costaba por litro 9 pesos con 20 centavos y actualmente se cotiza en 13 pesos con 67 centavos cada litro, lo que genera para el transportista un pago excedente superior a los 300 pesos por jornada.
El líder transportista explicó lo anterior ante la inquietud ciudadana que reportó que las rutas 13 y Ramal estaban otorgando el servicio de forma más espaciada, en ambas rutas se generan utilidades de 2 mil pesos y la inversión en combustible es de 900 a 1,100 por día y no hay equilibrio en los gastos de operación.