Uno de los platillos más emblemáticos de la gastronomía mexicana es el pozole, una comida ancestral que data de la época prehispánica, hecho a base de granos de maíz nixtamalizados y su caldo es guisado con especias, chiles, carne de cerdo o pollo, esto de acuerdo con su color, pues éste puede ser verde, blanco o rojo, como los colores de la bandera de México.
En Salamanca, la receta del pozole verde, con ingredientes poco comunes como salchicha y tocino frito, receta que ha cautivado los paladares de propios y extraños, principalmente en vísperas de las Fiestas Patrias.
En el mercado Tomasa Esteves, la central de abasto por excelencia en Salamanca, se encuentra "La Celestina", un negocio de alimentos a base antojitos mexicanos que ha deleitado los paladares de los salmantinos por tres generaciones, Cristina Rosas González, reveló que el amor por la cocina viene desde muy pequeña. Sin embargo, al ser hija de padres comerciantes, ha desarrollado también el amor por el comercio, ya que sus padres se dedican a la elaboración y venta de su materia prima precocida.
La historia del pozole con salchicha y tocino se remonta a finales de la década de 1960, cuando había comedores comunitarios para dar de comer a personas que no tenían alimento y para hacer rendir las porciones se les agregaban alimentos que tenían a la mano. Así fue que un día surgió la idea de ponerle salchicha para que las personas alcanzaran un poco de carne y agradó tanto que se fue corriendo la voz de que el pozole sabía rico con salchicha.