A pesar de autoridades aseguran que homicidios van a la baja, la percepción de la ciudadanía es la misma; lo más lamentable y que preocupa a la Diócesis de Irapuato, aunado a los homicidios, es el aumento en el número de casos de personas desaparecidas y los constantes reportes de robos, indicó Enrique Díaz Díaz, Obispo de la Diócesis de Irapuato.
Explicó que esta violencia es el pan de cada día, y ya no causa asombro entre los habitantes del estado.
El prelado, recientemente cumplió 4 años al frente de la diócesis, señaló que ese tiempo a sido difícil, en parte por la inseguridad y por otra parte, la vivencia de la pandemia y lo que esto ha dejado, es decir cientos de muertes y lamentables sucesos en las familias guanajuatenses.