En Salamanca, la temporada de calor ha aumentado la preocupación por los perritos callejeros que deambulan por las calles en busca de agua y comida. Con las altas temperaturas, la insolación se convierte en una amenaza para la salud de estos animales que no tienen acceso a lugares frescos y seguros.
A pesar de los esfuerzos de algunos ciudadanos y organizaciones, muchos de estos perritos siguen viviendo en condiciones precarias, a pesar de que hay ciudadanos que han improvisado y colocan casitas de cartón o incluso colocado agua fresca en las calles, estos son robados o destruidos.
Ante esta situación, se hace un llamado a la conciencia ciudadana para que se sumen esfuerzos en ayudar a estos animales. Una forma de hacerlo es colocar croquetas y agua en la calle en lugares estratégicos para que los perritos puedan acceder a ellos. Además, se pueden construir casitas de materiales resistentes para que los animales tengan un lugar seguro y fresco donde resguardarse.
La colaboración de la ciudadanía es fundamental para asegurar el bienestar de estos animales que no tienen voz ni recursos para sobrevivir en las calles.