La violencia que se vive en Guanajuato en contra de los candidatos de elección popular, prende los focos rojos y deja entrever que no será un proceso electoral ni elecciones limpias, lo cual es lamentable, señaló Enrique Díaz Díaz, Obispo de la Diócesis de Irapuato, esto tras lo acontecido en el Municipio de Celaya el pasado 1 de abril, donde una candidata fue asesinada.
Lamentó lo sucedido y recordó lo previamente expuesto por el clero católico, sobre el temor a que este proceso electoral se viera manchado de sangre por la violencia que impera en el país. El prelado, señaló que es necesario hacer una retroalimentación, valorar la vida humana y sobre todo llevar un proceso con responsabilidad.