Angustia, miedo e impotencia, es lo que sienten los comerciantes de la zona centro de la ciudad, los constantes robos han desatado una psicosis de inseguridad que los obliga a tomar medidas para proteger los establecimientos.
Ante la inseguridad que se vive en el Centro Histórico, los comerciantes tienen que hacer el trabajo que le corresponde a la policía y se organizan para llevar a cabo rondines por la noche y por la madrugada.
Los comerciantes critican que la justicia no proceda en contra de los menores de edad que se dedican a delinquir, aseguran que han detectado que quienes cometen los robos en la zona centro son jóvenes y adolescentes que se trasladan en motocicletas.