¿Qué le pasa a nuestro cuerpo al dejar de fumar?

Dejar de fumar trae distintos beneficios para la salud, y aunque las personas que fuman suelen saber sus consecuencias, muchos no lo dejan, porque además de no ser sencillo, asumen que el daño está hecho, sin embargo, abandonar este hábito podría aún traer consecuencias favorables, de las cuales, algunas pueden tomar años, mientras que otras son inmediatas.

La mejora en la frecuencia cardiaca es uno de los primeros cambios que le ocurren al cuerpo y los niveles elevados de monóxido de carbono en sangre también vuelven a la normalidad en cuestión de días. Además, mejora la función pulmonar, disminuyendo la tos, trayendo con esto una mejor respiración y ayuda al aumento de energía, mejorando la capacidad de hacer ejercicio. La mejora en el sentido del gusto y el olfato es otro cambio que viene al dejar el cigarro, esto después de un par de semanas; de igual manera mejora la salud bucal y previene la enfermedad de las encías y la pérdida de dientes.

Entre sus otros beneficios están la reducción significativa del riesgo de enfermedades cardíacas, la presión arterial y la frecuencia cardíaca pueden disminuir, mejorando la salud cardiovascular. A los 10 años, el riesgo de morir por una enfermedad cardiovascular disminuye un 63% en comparación con los fumadores y después de 20 o 30 años, este riesgo desciende a niveles similares a los de alguien que nunca ha fumado. Entre 20 y 29 años después de dejar de fumar, el riesgo de morir de cáncer desciende en torno al 90%, disminuyendo el riesgo de varios tipos de ellos como del pulmón, boca, garganta, esófago y vejiga, entre otros.

Aunque dejar este hábito no es fácil, encontrar una estrategia eficaz y buscar apoyo adicional, como asesoramiento o grupos de ayuda, es recomendable para aumentar las posibilidades de éxito, trayendo con ello esta lista de mejoras en nuestro organismo.