En la esquina 5 de mayo y Guerrero, un pequeño negocio se ha convertido en parada obligatoria para los amantes de la gastronomía tradicional de Salamanca. Con más de tres décadas de historia, estas quesadillas en aceite deleitan a las personas que se detienen a probar la gran variedad de guisos como tripa, chile negro, picadillo, chile verde, entre otros.
Su sabor casero y su textura crujiente las convierte en la opción ideal para un almuerzo en el centro de la ciudad. Cada bocado refleja el amor y la dedicación de esta tradición que sigue conquistando paladares.