De acuerdo a Saúl Arévalo director del rastro municipal, las instalaciones tienen la capacidad de llegar a ser un rastro regional, aunque hace falta ampliarlo, con dos cámaras frigoríficas más y un camión extra para entrega de carne, actualmente en este rastro hay una capacidad limitada de matanza al día de 60 reses y 120 cerdos en promedio, la mejora vendría a aumentar dichos números.
El director aseguró que el rastro opera bajo la norma indicada, además de que los restos como pieles y vísceras tienen la disposición final adecuada al igual que las aguas, son tratadas en la planta tratadora que se ubica dentro de las instalaciones del rastro.
Finalmente, luego de las acusaciones de varios introductores locales sobre el trato menospreciativo que recibían para matar sus reses y la preferencia que se les daba a los foráneos, negó dichas acusaciones, aseguró que el trato es igual para todos.