Puebla (México), 8 abr (EFE).- Cientos de feligreses retomaron, después de tres años de ausencia debido a la pandemia, la "quema" a políticos, artistas, expresidentes del país, entre otros personajes durante la representación de la quema del Judas Iscariote en el Sábado de Gloria, en el Barrio del Artista ubicado en el central estado mexicano de Puebla. Los artistas que custodian el barrio colgaron ocho figuras de tamaño real creadas de armazón de carrizo o palos, papel china y pirotecnia, para representar el pasaje de la Biblia, donde Judas se ahorca en un árbol tras traicionar a Jesús. Entre los muñecos que fueron colgados había un Diablo que tenía escritos nombres de políticos y gobernantes como el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador; el gobernador de Puebla, Sergio Salomón, el alcalde de la ciudad Eduardo Rivera Pérez y Lily Téllez, senadora del país, por mencionar algunos. "¡Que los quemen!", era el grito de los presentes previo al encendido de la mecha y de los cohetes. Entre los personajes también estuvieron las figuras de los expresidentes de México Vicente Fox (2000-2006), Ernesto Zedillo (1994-2000) y Felipe Calderón, además de otros "Judas con los nombres del presidente ruso Vladímir Putin y del mandatario estadounidense Joe Biden, que son los más conocidos por los ciudadanos. Alberto Gómez Sánchez, presidente del Barrio del Artista compartió con EFE que esta tradición tiene más de 50 años, pero fue suspendida tres de ellos debido a la pandemia por covid -19, así que este año regresaron con el objetivo de volver a festejar las tradiciones mexicanas. "Es la representación de Judas Iscariote y de la evangelización de los mexicanos. Estas figuras (hechas) de carrizo, papel china y sistema de cohetería, respetando a este gran traidor bíblico, Judas Iscariote, es una forma satírica de sacar ese coraje por dicha traición". El artesano Gregorio Arias Daza, reveló que desde hace 40 años ha realizado las figuras de Judas para el Barrio del Artista, debido a que acompañaba a su padre en los trabajos. Sin embargo, a los 11 años murió su padre y él se quedó a cargo de estas acciones de alta tradición, por lo que tiene mucho orgullo de ver a la gente contenta y animada en quemar a los muñecos. Julian Carreto Sánchez, de 16 años, es uno de los que asistió el evento y narró que desde hace 4 años ha pedido a su madre que lo lleve a presenciar la quema, debido a que es una tradición típica, pero sobre todo llena de color y alegría. "Lo que más me gusta es cómo giran y se van prendiendo para después explotar, ya que significa que el bien triunfó una vez más ante el mal", aseveró.