Desde el año 2023 se ha proyectado la rehabilitación cuidado e iluminación, de varias estructuras y edificios religiosos, para dar un plus a estas joyas arquitectónicas que por siglos se han mantenido como un referente espiritual para los feligreses locales y foráneos.
Pues hay que destacar que el turismo religioso se ha convertido en uno de los sectores productivos más importantes de Salamanca, con una afluencia anual de más de 170 mil visitantes y una derrama económica que supera los 30 millones de pesos.
El Santuario Diocesano del Señor del Hospital. Es una construcción neoclásica del siglo XX. En el altar principal sobresale la imagen de un Cristo Negro que desde hace 464 años es el santo patrono de Salamanca, luego de que su imagen fue tallada en caña de maíz, la cual fue elaborada en 1543 en Pátzcuaro, Michoacán. Sobre el entablamento hay una pintura al óleo de la Virgen de Guadalupe, envuelta en un gran arco interrumpido por esculturas de ángeles.
Recinto al que la luz arquitectónica resalta su construcción de cantera de estilo neoclásico tardío, resaltando en las columnas de su elevada torre de tres niveles y su fachada., en la que resalta su reloj que cronometra las historias que día a día se forjan en Salamanca.
Templo de San Agustín. Es un edificio católico de estilo barroco, construido de 1642 a 1706, este recinto es catalogado como un monumento histórico por el Instituto Nacional de Antropología e Historia, por su antigüedad y a la fecha continúa conservándose, se encuentra ubicado frente a la plazoleta Hidalgo en el centro histórico. Su interior cuenta con 11 retablos churriguerescos, terminados en finas láminas de oro, de los cuales resaltan los dedicados a Santa Ana y San José; éste último mide aproximadamente 15 metros de alto y 10 de ancho; entre otros detalles ostenta 30 diferentes rostros.
Parroquia Antigua. Fue la segunda parroquia de la ciudad. Fundada el 24 de agosto de 1603, se concluyó en el año de 1690; su portada de estilo churrigueresco, en 1740. Se encuentra ubicada frente a la plaza de los Niños Héroes. El interior muestra planta de cruz latina, bóvedas de cañón y retablos neoclásicos en muros. El altar principal presenta columnas; en los intercolumnios laterales, nichos en arco de medio punto con las esculturas de Santa Ana y San Joaquín.