Un auténtico río de sangre y un olor insoportable son característicos de la comunidad Uruétaro al sur de Salamanca. El rastro municipal descarga residuos sin tratar al río Lerma, la sangre es visible, apesta el lugar y al parecer no hay autoridad a la que le interese.
El 11 de diciembre del 2017, la Conagua clausuró el rastro debido a irregularidades que detectó en las descargas del rastro hacia el río Lerma, el rastro no contaba con permisos y por ello la dependencia federal aplicaría una sanción económica: "Ya no van a descargar hasta que no atiendan las recomendaciones de Conagua, dejarán de tener actividades, tendrán que contratar a una empresa" Humberto Navarro de Alba, delegado de Conagua en Guanajuato. 12 de diciembre del 2017
Apenas 5 días después el mismo Delegado se reunió con autoridades municipales, firmó un convenio en el que permitía descargar aguas residuales al rastro bajo la condición de cumplir los requerimientos establecidos en la ley de aguas nacionales. En el convenio se estableció regular el permiso y ordenar la documentación. A partir de ahí se permitió la descarga.
Aunque el rastro cuenta con una planta tratadora desde hace más de 15 años, esta no cumple con el saneamiento óptimo y por ello se contempla construir una nueva.
"Contamos con planta en el rastro, la descarga llega a la planta y de ahí es la que llega a la línea. Va al río, la cantidad es mínima. Se está haciendo una planta nueva"... Agustín Carrillo, director de servicios públicos.Agustín Carrillo, director de servicios públicos
La nueva planta estará lista para el mes de junio y se espera que brinde tratamiento químico-biológico y con ello cumplir con la norma 003 Semarnat sobre descargas de aguas residuales.
Han pasado más de 5 meses y hasta la fecha la Conagua no ha emitido recomendaciones, dado a conocer estudios y tampoco ha aplicado sanciones por la contaminación que genera el rastro municipal al río Lerma con la descarga de más de 1,500 litros de residuos en promedio diario.