Creencia religiosa, tradición y el valor de una promesa, impregnan el hogar de Sanjuana Miranda Prieto, quien desde hace 25 años, cada Viernes de Dolores ofrece a la gente, el agua de frutas que simboliza las lagrimas que derramó la Virgen María por la muerte de su hijo Jesús.
Sanjuana es la cuarta generación que da continuidad a la tradición de ofrecer a los fieles católicos el "Agua de la Virgen de los Dolores", en esta ocasión hay menos gente y preparó alrededor de 50 litros, pero en años anteriores ha preparado hasta 100 litros de esta singular agua.
Para la gente que vive en las inmediaciones del Jardín Principal, ya es una costumbre acudir los Viernes de Dolores la casa marcada con el 206 de la calle Libertad para degustar de esta bebida de origen ceremonial.
Cada que prepara el agua, Sanjuana recuerda a su padre, quien estaba enfermo de cáncer y un Viernes de Dolores fue el último día que estuvo en casa, bebió un vaso de agua y le dijo que nunca dejara de ofrendar el agua de frutas, al día siguiente su padre murió en el quirófano, pero sus palabras siguen vivas en Sanjuana, quien con gusto y devoción ofrenda el Agua de la Virgen de los Dolores.