La falta de oportunidades, de empleo y la condición económica y social es lo que ha orillado a los habitantes de colonias aledañas a las antiguas instalaciones de Tekchem a saquear varillas, fierro viejo y lo que se encuentren dentro, la mayoría de las personas que se han dedicado a desmantelar las instalaciones están conscientes del peligro que corren al introducirse a donde, por años, han reposado los pasivos ambientales, señalan que no les queda de otra.
Una persona en promedio y tras una jornada larga de saquear material, podría llevarse entre 50 y 100 kilos de fierro viejo de la zona; en las chatarreras de los alrededores el kilo de este material es comprado a 2.50 o tres pesos, aunque por su procedencia no todas las chatarreras quieren comprarlo.
Aunque no existe una fecha exacta desde el inicio del saqueo, familias enteras se han dedicado a esta actividad por años, sin importarles estar expuestos a los químicos.
Según ambientalistas en la zona hay 70 tipos de plaguicidas organoclorados y 30 organofosforados altamente tóxicos, el respirar constantemente esto afecta al sistema nervioso central, causa retraso mental, síndrome de déficit de atención, autismo, además de que podría causar depresión, diabetes tipo 2, cáncer, leucemia y daño renal.
A la fecha, ninguna autoridad de los tres niveles de gobierno en materia ambiental ha destinado seguridad perimetral para impedir que la ya no pueda ingresar a las instalaciones a robar material y sobre todo a dañar su salud.