Durante el último año y medio se han cerrado alrededor de 10 restaurantes en Salamanca y por cada establecimiento dedicado a la venta de alimentos que baja la cortina se pierde un promedio de 10 empleos directo, además de que se ven afectados de manera indirecta entre 15 y 20 proveedores.
Antonio Peña Medrano, presidente en Salamanca de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (CANIRAC), comentó que en medio de la crisis económica también se han dado algunas aperturas de negocios y esto es producto de que en las últimas semanas las vacunas contra el Covid-19 han generado confianza entre la ciudadanía y las ventas han tenido un ligero repunte.
El representante del sector restaurantero, dijo que la crisis que han padecido en el último año y medio no solo ha sido consecuencia del aspecto económico, también se han visto golpeados por la inseguridad.