Entre 17 personas de la tercera edad con enfermedades como alzheimer, presión arterial y diabetes que reposan en el asilo de ansíanos se encuentra la señora Juanita Vázquez, una mujer de 82 años de edad que por decisión propia y con ayuda de su sobrino, decidió quedarse en esta institución para continuar con su devoción católica en este asilo que visita desde que tenía 15 años.
Doña Juanita es tan devota que se ha dedicado a compartir su fe con los demás integrantes del asilo, personas que ahora ella considera su familia.
Ella es un claro ejemplo de que la vida la debemos llevar sin rencores, sin envidias y encontrando la unión con las personas que tenemos a nuestro alrededor.
Lo único que buscaba la señora Juanita era vivir una vejez llena de paz y tranquilidad, lo cual está logrando gracias a las personas que le ayudan y la rodean en asilo de ancianos