El gremio de taxistas implemento una serie de medidas de seguridad ante la creciente ola de inseguridad que enfrentan a diario. Entre las principales medidas destacan la instalación de sistemas de GPS en sus vehículos y la decisión de evitar trabajar durante las horas nocturnas y en determinadas colonias para prevenir asaltos, convirtiéndose en una respuesta autónoma ante la falta de estrategias gubernamentales.
Subrayaron la ausencia de un diálogo efectivo con las autoridades municipales, según sus declaraciones, la falta de voluntad por parte del gobierno ha obstaculizado cualquier intento de establecer estrategias conjuntas para combatir la inseguridad en el gremio.
En este sentido, los taxistas lamentaron que, a poco más de dos años de la actual administración, no haya habido acercamientos significativos por parte de las autoridades para conocer sus inquietudes y generar estrategias específicas que protejan a los conductores de taxi. Se hizo hincapié en la ausencia de reuniones formales con representantes gubernamentales, lo que ha dejado al gremio en un estado de vulnerabilidad.
Recalcaron que la seguridad no debe tener colores políticos y que es necesario un compromiso continuo y efectivo por parte de las autoridades, más allá de las circunstancias políticas.
Actualmente de las seis líneas de taxis que se encuentran en el municipio, se cuenta con una flotilla alrededor de 780 unidades que brindan el transporte público a la ciudadanía.