Estados Unidos implementó aranceles del 25% a productos de México y Canadá, argumentando que ambos países han fallado en frenar el tráfico de drogas. En un comunicado, la Casa Blanca afirmó que México no ha abordado "adecuadamente" el problema, denunciando una "relación intolerable" entre el narcotráfico y el gobierno mexicano, además de acusar al país de brindar "refugio seguro" a los cárteles.
Ante esta medida, la presidenta Claudia Sheinbaum calificó la decisión como unilateral y perjudicial para la economía mexicana. Anunció que su gobierno tomará represalias comerciales y explorará mecanismos legales para contrarrestar los efectos de los aranceles. Asimismo, convocó a gobernadores y líderes políticos a una reunión en el Zócalo para definir estrategias en defensa de los intereses nacionales.
Por su parte, el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, también rechazó la decisión estadounidense y respondió con la imposición de aranceles del 25% a productos de Estados Unidos. Trudeau enfatizó la importancia de una cooperación trilateral justa y equilibrada en el comercio de América del Norte.