El anuncio del presidente de la república al inicio de su sexenio sobre el incremento progresivo de sueldos para maestros y el personal de apoyo en la educación ha generado un clima tenso dentro del ámbito educativo. Si bien la medida fue recibida con expectativas positivas, la equidad salarial ha desatado un desasosiego entre el magisterio y el personal de apoyo.
Los docentes expresan su inconformidad ante la posibilidad de que el salario del personal de apoyo, como secretarias, prefectos, intendentes, laboratoristas, trabajadores sociales y psicólogos, se equipare al de los maestros. Consideran que el personal de apoyo no cuenta con los mismos requisitos ni responsabilidades para justificar un sueldo equivalente.
Vicente Díaz Quiñones, líder del CNTE, ha llamado a la unión del magisterio en una lucha por un incremento salarial justo para los maestros. Argumenta que si bien el personal de apoyo merece mejoras salariales, equiparar los sueldos podría socavar el esfuerzo y la preparación que los docentes invierten en su formación profesional.
Diaz Quiñones aseveró que todos merecen un salario justo sin excepción en el país, reconoció el derecho del personal de apoyo a un salario digno de 16 mil pesos mensuales. No obstante, hizo hincapié en la necesidad de considerar las diferencias en formación y responsabilidades entre los maestros y el personal de apoyo al momento de establecer los incrementos salariales. La tensión en el ámbito educativo crece mientras ambas partes buscan equilibrar la equidad salarial con la consideración de las diferencias en las funciones y requisitos de cada rol dentro de la educación pública en el país.