Tesla rebajó los precios en Estados Unidos de sus dos vehículos más caros, el Model X y el Model S, para incentivar la demanda y ante el aumento de la competencia en el sector.
El nuevo precio básico del Model X, un todocaminos SUV, es de 99.990 dólares, alrededor de un 9 % menos que antes. Mientras, el precio de la berlina Model S se sitúa ahora en 89.990 dólares, lo que supone una reducción del 5 %.
En enero, Tesla ya redujo los precios de sus vehículos en Estados Unidos y Canadá entre un 6 y un 20 % para incentivar la ventas.
En 2022, Tesla produjo un total de 1.369.611 vehículos y entregó 1.313.851, lo que supone que un 4 % del total de la producción no tuvo comprador.
Pero de Model X y Model S la compañía fabricó 71.177 unidades y sólo entregó 66.705 vehículos, lo que supone un 6,2 % sin comprador.
La reducción de enero provocó que otros fabricantes de automóviles eléctricos bajasen sus precios.
Ford redujo el precio del todocaminos SUV eléctrico Mustang Mach-E entre un 1 y un 9 %, dependiendo de la versión. El Mustang Mach-E fue el tercer vehículo eléctrico de más ventas en Estados Unidos en 2022.
Tras la reducción de los precios hoy, las acciones de Tesla cotizaron a la baja en Nueva York. Poco antes del cierre de los mercados, los títulos del fabricante de automóviles perdían un 1,6 % y cotizaban a 194,64 dólares.
La semana pasada el consejero delegado de Tesla, Elon Musk, dijo que solo los precios están impidiendo vender más vehículos, porque el deseo de poseer un automóvil de la compañía es muy elevado.
"Incluso pequeños cambios en el precio tienen un gran efecto en la demanda", dijo el empresario tras presentar los resultados financieros de 2022.
Musk también recalcó que uno de los objetivos clave de Tesla a medio plazo es rebajar los costes y precios de sus productos.