Popularmente, se cree que tronarse los dedos daña la salud, provocando artritis, o incluso que puede engrosar las articulaciones, sin embargo no existe ninguna evidencia científica para respaldar la idea. El sonido del crujido es el resultado de una reacción normal en el organismo, el cual se crea cuando existe una burbuja en el líquido sinovial (el que lubrica las articulaciones), y estalla al apretar o tirar de las articulaciones.
Aunque no haya una relación comprobada entre este padecimiento y tronarse los dedos, hacerlo de manera excesiva y violenta podría causar una leve hinchazón o molestia temporal en las articulaciones; además, algunas personas pueden encontrar que tronarse los dedos con frecuencia puede crear cierta laxitud, esto es una excesiva movilidad o flexibilidad en las articulaciones.
Si bien tronarse los dedos de vez en cuando no representa un riesgo significativo a la salud, o deforme el aspecto físico, hacerlo en exceso podría causar molestias leves o generar cierta laxitud en las articulaciones, pudiendo ser más propensa a la hiperextensión o a sufrir lesiones, ya que la estabilidad de la articulación puede estar comprometida, por lo que es mejor no abusar de este hábito.