Los países de la Unión Europea llegaron hoy a un acuerdo para establecer un tope de precio a las importaciones de gas en 180 euros el megavatio-hora (MWh) en los contratos mayoristas de futuros a partir del próximo 15 de febrero.
El acuerdo salió adelante con el voto en contra de Hungría, las abstenciones de Países Bajos y Austria y los votos a favor del resto de Estados miembros en una negociación desarrollada en el duodécimo consejo de ministros de Energía del año, informaron fuentes europeas y diplomáticas.
Una vez entre en funcionamiento el llamado "mecanismo de corrección de mercado", que cubrirá los contratos a un mes, tres meses y un año, el tope de 180 euros/MWh se activaría si los precios superan ese umbral durante tres días laborables consecutivos, precisó el Consejo en un comunicado.
Además, siempre tendrá que existir una diferencia de precio de al menos 35 euros por encima del precio medio del gas natural licuado en una "cesta" de mercados internacionales durante tres días consecutivos, para garantizar que el mercado europeo es atractivo para los proveedores.
"Si el precio de referencia del GNL es inferior a 143 euros, el límite de puja dinámica se mantendrá en la suma de 143 euros y 35 euros", señaló el Consejo.
El mecanismo se aplicará a los contratos vinculados al índice TTF de Ámsterdam y también al resto de los grandes índices europeos, aunque se incluyen opciones para desvincularlos. Quedarán excluidas las operaciones fuera de mercado (OTC), las bolsas diarias y el mercado intradía.
La Agencia de Cooperación de los Reguladores Energéticos (ACER) vigilará el funcionamiento de los mercados e indicará si se reúnen las condiciones para activar el tope.
Una vez activado, se aplicará "durante al menos 20 días" y, si el umbral "dinámico" cae por debajo de los 180 euros, se desactivará automáticamente.
"También se desactivará automáticamente, en cualquier momento, si la Comisión Europea declara una emergencia regional o de la UE", añadió el Consejo.
En ambos casos, sería ACER quien desactivaría el mecanismo, que también dejaría de funcionar si la Comisión Europea identifica "riesgos para la seguridad del suministro energético, la estabilidad financiera, los flujos de gas dentro de la UE o riesgos de aumento de la demanda de gas", circunstancias que preocupaban a Alemania, muy reacia a aceptar el tope.
Otra salvaguarda del pacto es que el mecanismo dejará de funcionar "si la demanda de gas aumenta un 15 % en un mes o un 10 % en dos meses, las importaciones de GNL disminuyen significativamente o el volumen negociado en el TTF cae significativamente en comparación con el mismo período hace un año", agregó el Consejo.
Antes del 1 de noviembre de 2023, la Comisión llevará a cabo una revisión del reglamento a la vista de la situación general del suministro de gas y, sobre la base de dicho informe, podrá proponer la prórroga de su vigencia.
"¡Por fin! Acabamos de llegar a un acuerdo para establecer un mecanismo que facilite una corrección de precios del gas natural si estos se disparan de nuevo", celebró la vicepresidenta del Gobierno español Teresa Ribera.
"Otra misión imposible cumplida, esta última fue probablemente la más difícil", dijo en rueda de prensa el ministro de Industria de la República Checa, Jozef Sikela, cuyo país ejerce la presidencia de turno del Consejo este semestre.
El titular checo consideró que se trata de un mecanismo "efectivo y realista que protege a los ciudadanos y empresas de los precios excesivos del gas que hemos visto este verano" y al mismo tiempo incluye "una salvaguarda para asegurar que el mercado europeo seguirá siendo competitivo y atractivo para suministradores de gas".
"Se envía una fuerte señal de que queremos llegar a un compromiso ante esta situación sin precedentes", declaró a la prensa la titular de Malta, Miriam Dalli.
"Europa estará mejor preparada par el próximo invierno y la nueva ronda de llenado de los depósitos, que será más difícil de lo que ha sido este año", celebró por su parte la comisaria europea de Energía, Kadri Simson.
"Este mecanismo trae beneficios pero viene con riesgos y se han añadido salvaguradas en materia de gas natural licuado, liquidez en los mercados financieros y consumo de gas", dijo la comisaria, precisando que estas se activarán cuando haya un aumento importante de los márgenes que se pide a las empresas energéticas, un descenso de las transacciones con derivados o un movimiento de las mismas hacia fuera de la UE.
La Comisión Europea, dijo, "está lista para suspender de antemano la activación del mecanismo" si los análisis que harán la Autoridad Europea de Mercados y Valores (ESMA) y el regulador energético (ACER) "muestran que el riesgo sobrepasa el beneficio".
"Hemos logrado la mayoría más amplía posible sobre el texto. El acuerdo de hoy señala claramente que Europa no va a pagar cualquier precio y que está lista para actuar junta para asegurar su seguridad energética", dijo.