El 3 de
diciembre la iglesia católica honra a San Francisco Javier, sacerdote jesuita
considerado el patrono de las Misiones. En Salamanca, la feligresía se une a
esta fiesta patronal.
Las memorias católicas recogen los milagros que San Francisco Javier obró durante sus viajes por Asia y Oceanía, se dice que resucitó a más de veinte personas y que convirtió el agua de mar en agua dulce, también se distinguió por poseer el don de lenguas, ya que lo que predicaba lo podían entender incluso personas que hablaban diferentes dialectos.
San Francisco Javier dejó un importante legado a la religión católica, tierras del lejano Oriente conocieron la figura de Cristo gracias al sobrehumano esfuerzo de este sacerdote jesuita que fue canonizado el 12 de marzo de 1622 junto con San Ignacio de Loyola, San Felipe Neri, Santa Teresa de Jesús y San Isidro Labrador.