La siesta, es una práctica que nos permite recobrar energías durante el día, tomando algunos minutos de sueño para continuar con nuestras actividades. Sin embargo, aunque es útil en ciertas ocasiones no debe reemplazar el descanso nocturno, y se debe conocer sus ventajas y desventajas para saber cómo y en qué ocasiones tomarla y en cuáles no.
Este hábito sirve para recuperarse de la fatiga y restaurar el estado de alerta, puede aumentar la productividad y mejorar la concentración y la memoria, lo que puede ser beneficioso para tareas cognitivas; no obstante, si las siestas son demasiado largas o se realizan tarde en el día, pueden interferir con la capacidad para conciliar el sueño por la noche, por lo que se recomienda que sean cortas, aproximadamente de 20 a 30 minutos, y preferiblemente antes de las 3 p.m. para evitar interferir con el sueño nocturno.
Descansar puede mejorar el estado de ánimo, reduciendo la irritabilidad y mejorando la sensación general de bienestar; además de que, una breve pausa durante el día puede ayudar a reducir el estrés y proporcionar un breve escape del entorno laboral y del estudio. Por otro lado, algunas personas experimentan una sensación de somnolencia o confusión después de despertar de una siesta, conocida como "inercia del sueño".
Cabe mencionar que, un artículo publicado por la revista "Hypertension" en 2022, señaló que las siestas se han relacionado a la hipertensión, pues revelaron que quienes toman más siestas podrían tener más probabilidades de tener presión arterial alta, sin embargo, cabe aclarar que la influencia de la siesta en la salud es un campo que se encuentra en permanente estudio y son necesarias más investigaciones.
En conclusión, las siestas pueden beneficiar la salud y ayudar a tener más energía si se hace de manera adecuada, consciente y controlada, y que no afecte el sueño nocturno, además de contribuir a mantener un equilibrio saludable en el patrón de sueño. Las necesidades individuales pueden variar, dependiendo del estilo de vida, la salud actual de la persona y sus patrones de sueño, por lo que es importante observar cómo afecta personalmente, y en caso de detectarse más problemas de sueño o de salud, acudir con un médico para detectar si existe algún otro problema.