Un tipo de violencia contra la mujer, el cual se hace poco visible, pero es uno de los más presentes en este sector, es la violencia obstétrica.
Este tipo de violencia se genera con el maltrato que sufre la mujer embarazada al ser juzgada, atemorizada, humillada o lastimada física y psicológicamente, presentándose regularmente en los lugares que prestan servicios médicos.
De acuerdo con la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Relaciones en los Hogares 2021, la prevalencia nacional de maltrato en la atención obstétrica es del 31.4%.
Entre 2016 y 2021, 2.5 millones de mujeres, de 15 a 49 años que tuvieron una hija o hijo, vivieron algún tipo de maltrato durante su atención obstétrica.
Las mayores prevalencias de esta violencia se reportaron en: San Luis Potosí (38.9%), Tlaxcala (38.5%) , Ciudad de México (38.5%) y Querétaro (38.4%).
En el caso específico de Oaxaca, la violencia obstétrica tiene una prevalencia del 32.4%, ocupando la posición número 13, siendo los procesos de cesáreas donde más de efectúa esta violencia (45.3%), de acuerdo a los Servicios de Salud de Oaxaca, durante el 2023 cerró de manera preliminar con 27 muertes maternas, siendo una de las causas, la violencia obstétrica.
Ante este tipo de violencia que se genera en los hospitales, por factores como la falta de médicos, saturación o inexperiencia, la partería, ha sido una opción para muchas mujeres, tan solo en la región del istmo de Tehuantepec, los servicios de salud contabilizan, 385 parteras tradicionales.
La Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares refieren que la violencia obstétrica solo se presenta en 3 de cada 100 casos atendidos bajo el modelo de partería, en contraste con los partos en hospitales donde la cifra asciende a 30 de cada 100.