Se tiene precedente que el Astillero de Marina número 20 situado en el Puerto de Salina Cruz fue el primero de su categoría en la costa del pacífico, el istmo de Tehuantepec y del continente americano.
La idea de construir un canal transístmico se vio detenida, fue hasta finales del siglo XIX cuando el general Porfirio Díaz concretó la idea de edificarlo e inaugurarlo en el año de 1905 pero de manera inconclusa. 57 años después siendo Presidente de la República Adolfo López Mateos se inauguran las obras culminadas, además de 14 talleres de mantenimiento y servicios para el dique seco.
A inicios de los años 70, el astillero comenzó una serie de modernizaciones en relación a la demanda de embarcaciones, unidades y equipos que la Armada de México solicitó.
Durante este sexenio el gobierno federal proyectó la renovación del 36% de su flota con el fin de retirar las embarcaciones con más de 30 años de servicio, por lo cual ha destinado una inversión de aproximadamente 768 millones de dólares.
Hoy en día, de los 5 astilleros que existen en México, este recinto es el más productivo en todo el país de acuerdo a la capacidad de sus trabajadores para construir y reparar los buques, el uso de tecnología de punta en materia de ingeniería naval y la eficiencia de los recursos tangibles e intangibles que se utilizan.
Una muestra de la calidad con la que se trabaja en el Astimar número 20, es la construcción de embarcaciones de diferentes características, tamaños y objetivos que actualmente navegan por aguas nacionales e internacionales.
Desde hace más de 5 años, el Astillero mantiene un programa de construcción naval de la flota en el dique seco que ha permitido la creación de empleos directos, además de una derrama económica importante para la región. Tan sólo entre 2015 y 2016 se ha realizado la botadura de cuatro patrullas costeras, dos oceánicas, una interceptora y un buque de apoyo logístico, utilizando mano de obra istmeña altamente calificada.
En este sitio laboran aproximadamente 2 mil trabajadores de diferentes áreas, como son paileros, soldadores, electricistas, tuberos, carpinteros torneros y demás personal administrativo, sin embargo, ha sido el honor, el deber, la lealtad y el patriotismo, valores fundamentales de la Secretaría de Marina que hacen a este lugar el más importante de su calibre.