El período del año en el que se presentan temperaturas altas y se observa una disminución de lluvias, se le conoce como Canícula, este fenómeno comienza pocas semanas después del inicio del verano, en la última quincena de julio con una duración de 40 días en promedio.
El nombre hace referencia a la constelación "Can Mayor", "Canícula" para los romanos, pues se pensaba que en esta época el calor del Sol aumentaba cuando se juntaba con la estrella Sirius (estrella con mayor brillo), que se colocaba al lado opuesto del astro en el verano.
Será hasta el 24 de agosto cuando las olas de calor aumenten en algunos estados de la República Mexicana, donde se espera que los termómetros marquen más de 37 grados Celsius.
De acuerdo con el Centro Nacional de Prevención de Desastres, los efectos de la canícula tendrán mayor impacto en estados como Campeche, Chiapas, Colima, Estado de México, Guanajuato, Guerrero, Hidalgo, Jalisco, Michoacán, Morelos, Nuevo León, Oaxaca, Puebla, Quintana Roo, San Luis Potosí, Tabasco, Tamaulipas, Tlaxcala, Veracruz y Yucatán.
Por su parte, las entidades menos afectadas serán Baja California, Baja California Sur, Chihuahua, Durango, Nayarit, Sonora y Sinaloa.
Se prevé que en la zona norte de la República Mexicana las temperaturas alcancen hasta 45 grados, mientras que en el centro oscilarán entre 27 y 30 grados Celsius.
Pero, ¿cómo nos afecta este fenómeno? Todo inicia con la humedad que se genera por las altas temperaturas que a su vez, propicia la creación de bacterias y virus en la atmósfera, que estas al mantener un contacto con las personas, pueden causar infecciones en las vías respiratorias o enfermedades gastrointestinales. La diarrea y deshidratación, son padecimientos comunes de esta temporada que pueden evitarse tomando agua o manteniendo hábitos adecuados de higiene.