En vísperas de año nuevo, a unos minutos de que en miles de hogares realicen la tradicional cena de fin de año, los ciudadanos abarrotan los mercados locales para realizar las compras de último momento.
A lo largo de este 31 de diciembre, la compra de alimentos no ha cesado en los municipios del Istmo, ni la compra de abarrotes , dulces e incluso pirotecnia, debido a este gran flujo de personas, también los transportes públicos se trasladan superando la capacidad permitida aún en medio de un semáforo epidemiológico color verde.
Para el sector comercial, estas compras y auge económico que trae el mes de diciembre, les representa un alivio luego de un año más de movilidad limitada a causa del Covid-19.
Desde temprana hora, tanto las calles como los interiores de mercados y establecimientos comerciantes, continúan ofreciendo los productos e insumos a las familias.