Inspectores y policías del Municipio de Oaxaca intentaron arrebatar la mercancía a una vendedora en la vía pública, debido a la violencia ejercida, comerciantes establecidos y ciudadanos presentes actuaron para defender a la ambulante.
Ante la intervención de medios de comunicación, ciudadanos y comerciantes, los inspectores se vieron obligados a detener su actuación con exceso de fuerza, logrando escapar la vendedora indígena.
Aunque el Gobierno de Oaxaca ha sido claro en su postura contar el comercio irregular, la actuación policial y del personal del gobierno en la regulación de esta problemática, sigue generando controversia, siendo reprobado el exceso de la fuerza, cuando existen otros mecanismos de actuación