El rezago educativo es un fenómeno que enfrenta la entidad Oaxaqueña y que las autoridades conocen bien, los datos refieren que Oaxaca ocupa el segundo lugar nacional en este rubro, un millón 238 mil personas presentan rezago educativo, lo cual representa el 29 % de su población, el nivel de escolaridad promedio del estado, es de 8.1 años, es decir que pocos escalan al nivel secundaria.
Regularmente esta condición es asociada a factores como la pobreza, que lleva a la deserción temprana, sin embargo, poco se analiza, que muchas de las veces, las escuelas de las cientos de comunidades de Oaxaca, no cuentan con condiciones propias para una educación de calidad.
La Escuela Primaria Lidxi Guendabiani de San Blas Atempa, alberga a 108 alumnos y 6 maestros, pero solo cuenta con 2 salones, esto en condiciones precarias y con mobiliario donado, tras años de lucha para mejorar las condiciones de sus alumnos, nada se ha logrado con las autoridades.
De acuerdo al Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), el 41.9% de las instituciones educativas de Oaxaca cuentan con algún daño estructural, 29.3% no dispone de agua potable, 68% reportó no tener acceso al drenaje y el 70% no tenía acceso a internet, por lo que son los docentes y padres de familia quienes tienen que hacer los necesario pasa disminuir dichas carencias.
Garantizar el derecho a la educación es un deber de todo gobierno, no solo implica tener la matricula suficiente, también le corresponde satisfacer las necesidades básicas, cubrir los recursos para una educación digna y mejorar constantemente ese nivel, no puede haber educación de calidad, bajo condiciones precarias.