La crisis migratoria en México se ha agravado, alcanzando niveles alarmantes, de acuerdo a la Unidad de Política Migratoria, se tiene un registro de 588 mil 626 eventos de personas en situación migratoria irregular en México, esto representa un aumento del 71%, con respecto a los eventos registrados, en el mismo periodo del 2022.
Panorama que se repite en entidades como Oaxaca, si se compara con las detenciones de personas migrantes en años anteriores, el flujo se ha triplicado de forma anual, en el año 2021 se detuvieron a 13 mil personas migrantes, en el 2022 aumentó a 52 mil y en lo que va de 2023, ya son más de 170 mil, esto de acuerdo a reportes de la Secretaría de Gobernación.
En su más reciente informe, El titular de la Secretaría de Gobierno (SEGO), Jesús Romero López aseguró que el estado de Oaxaca podría cerrar el año con más de 200 mil traslados regulares de personas migrantes, realizados desde los Centros de Movilidad Migratoria.
El funcionario detalló que sólo del 25 de septiembre al 12 de diciembre se habían realizado 194 mil 752 trasladados.
El aumento de familias en la ruta que conecta el sur con el centro de México ha desencadenado una nueva emergencia humanitaria, agudizada por la elevada exposición a robos, violencia y discriminación constante, también por parte de las autoridades.
Entre Arriaga, Chiapas, y Juchitán de Zaragoza, Oaxaca, hay 150 kilómetros de distancia. En autobús tomaría poco más de dos horas, pero caminando más de 32, espacio donde lamentablemente, en busca del sueño americano, se enfrenten a riesgos constantes, incluso a perder la vida, frente a una estrategia inhumana que desgasta y deja secuelas severas en los migrantes.