En 1910 se funda oficialmente la Cruz Roja Mexicana organización que se encarga de dar atención médica en situaciones inesperadas como huracanes, sismos y otros desastres naturales, sin embargo, en particular en las emergencias relacionadas a los accidentes, hospitalización y consultas, todo indica que atraviesa una crisis.
La donación es el mecanismo a través del cual tradicionalmente se fondea la Cruz Roja, al tratarse de una institución de asistencia privada no gubernamental e imparcial.
Ha contado con diversos apoyos de los gobiernos panistas y priistas en turno, no así de la actual administración, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, que ha optado por retirar la ayuda, incluidas todas las dependencias incluso la marea morenista, incluye a algunas presidencias municipales.
Entre los empresarios también ha perdido respaldo, pues cada vez son menos los que aportan, o reducen los montos de donativos que solían destinar a la Cruz Roja.
Actualmente la situación por la que atraviesa la CRM es apremiante. Lo recabado en las colectas anuales ha caído considerablemente, se habla de hasta un 70 por ciento, paradójicamente en parte por la pandemia de Covid-19 y justo cuando más se le necesitaba, pero también por otras causas.
El voluntariado también se ha reducido en la actualidad hay menos personal bajo contrato y poco se hace por retener a los voluntarios, parte fundamental de la labor de la institución.
La operación es enorme y los gastos también. Se estima que, al año la CRM ofrece más de cuatro millones de atenciones médicas y más de un millón 98 mil servicios de ambulancia totalmente gratuitos.
Se calcula que, durante los dos últimos años, la operación costó 18 millones anuales por estado, no se tiene claridad de la situación en la que están unas 2 mil 500 ambulancias de la Cruz Roja Mexicana en todo el país, ni las condiciones de infraestructura o el control de medicamentos e insumos.
Algunas delegaciones en diversas ciudades han suspendido el servicio nocturno o de plano han cerrado, al no contar con recursos para pagar personal, equipo y ambulancias, quedando en total abandono. otras delegaciones que enfrentan diversos obstáculos para poder operar son las de Tlacolula, Tuxtepec, Miahuatlán, Huajuapan, Puerto Escondido, Huatulco, Tehuantepec y Salina Cruz, que apenas cuentan con recursos ante el incremento de servicios de emergencia.