Hasta 2 meses pueden pasar artesanos y comerciantes de ropa típica en el Istmo de Tehuantepec, sin vender al menos una pieza, ya sea una falda o huipil, de la indumentaria Istmeña, y hasta 6 meses en concretar un pedido de un traje completo bordado a mano, todo esto derivado de las restricciones por la pandemia del Covid-19.
En el mercado público Jesús Carranza de Santo Domingo Tehuantepec y sus alrededores, los comerciantes y artesanos de este municipio, declararon que han tenido que cambiar parte de su giro comercial a otro tipo de indumentaria, ya sean piezas con estilos istmeños o convencional, pero de menor costo, con un valor por debajo a los $200.00, ya que de lo contrario no existiría el flujo de capital, al referir que la economía de los istmeños ha decaído considerablemente a consecuencia de la pandemia.
Es importante recalcar qué un traje completo bordado a mano de la mujer de tehuana, tiene un costo de aproximadamente $20,000.00 y si solamente se adquiere una pieza, como el huipil o la falda, esta podría costar entre 7 mil y 9 mil pesos, mismo que particularmente se lucen en fiestas y eventos sociales, actividades que se han tenido que cancelar por la emergencia sanitaria.
El pasado 22 de septiembre, el Congreso de Oaxaca declaró a las Velas Istmeñas, festividades tradicionales del Istmo de Tehuantepec, como Patrimonio Cultural, Inmaterial del Estado Libre y Soberano de Oaxaca, por lo que buscan, que esta declaratoria les de el repunte esperado para los artesanos y comerciantes de esta región de Oaxaca.