Día de muertos entre los zapotecas

Como cada año, los zapotecas del Istmo de Tehuantepec y en particular los nativos de Juchitán de Zaragoza, Oaxaca, se preparan para recibir a sus muertos con una ofrenda de flores, frutas, incienso, comidas y bebidas, que se colocan en el interior de sus casas, a esta tradición ancestral se le conoce como Xandú y celebra el 30 y 31 de octubre.

Desde días previos se inician los rezos, se adquieren los productos, llegado el día desde muy temprana hora se inician los preparativos y cerca del medio día la ofrenda queda concluida, para que durante la noche se lleve a cabo la tradición del velorio, donde se recibe la visita de vecinos y familiares, a quienes se les ofrece café, mezcal, tamales y pan. 

"Aún se conserva esta tradición que es en realidad una fiesta calendárica, es una fiesta en donde no solo se recuerda a los muertos, sino se celebra la vida, se celebra, se ofrenda y se convive con los que ya no están a través del recuerdo, a través de la convivencia familiar", dijo Elvis Jiménez, habitante de esta ciudad.  

A través del tiempo esta tradición ha ido sufriendo modificaciones, algunos investigadores aseguran que durante la época de la imposición de la iglesia católica en la época colonial, se tenía prohibido que se realizaran estos rituales, pero las familias los hacían de manera clandestina, y después que se da el sincretismo religioso, se adaptaron los rezos, y las ofrendas fueron cambiando, pero la esencia siempre se mantuvo.

"Definitivamente una de las cosas que cambió en esta celebración es que ya no es tan colectiva, nosotros en este caso nuestra familia, no citamos, no avisamos, solamente los miembros de la familia nos reunimos, organizamos y lo elaboramos todo nosotros y celebramos los rezos en casa y el velorio lo hicimos la pura familia nada más".

Para la elaboración de estos altares, las familias invierten entre 10 mil a 15 mil pesos, ya que se compran la mayoría de los productos que se utilizan, aun que parte importante de esta celebración es el tequio, donde familiares y vecinos acuden a la elaboración.